Arquitectura y nuestro planeta. Parte 1
- Sil T
- 12 ago
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Actualizado: 17 ago
Bérgamo, 15 de Junio de 2025
Está sucediendo todo el tiempo. La sanación, la transformación, la cura, la recuperación, el olvido, el perdón. Se dice que el tiempo todo lo cura, todo lo transforma. Está en permanente movimiento. Verás a los edificios envejecer y no te lamentes, es natural. Se pondrá un esfuerzo en recuperarlos pero cuando este esfuerzo resulte demasiado pesado, se irán transformando en ruinas. Y esas ruinas, si son muy densas, pueden llegar a ser un obstáculo en el fluir de la vida. Algunas cosas tienen que morir, como las personas, plantas y animales, para que lleguen otras nuevas. El Universo fue creado así. Fue un movimiento, sólo un movimiento el que dió origen a todo. Era todo una masa densa, inerte, sin vida, y un micro movimiento de una partícula activó la cadena de sucesos de la creación entera, de todo lo que existe. Lo que existió, lo que existe, lo que existirá. Es por ello que no puede detenerse, todo debe seguir cambiando, transformándose, muriendo. Suelen decir "es la vida misma". Si, es la vida misma así, el Universo es así, la Creación entera es así. Hacemos mucho énfasis en esto porque el hombre tiende a aferrarse a los objetos del pasado. Les da mucha importancia, los venera, les rinde culto. A veces hasta desconoce cuánta energía negativa sostiene con esa actitud. Es que debe saber que todo lo vivido queda impregnado en los muros. Alegrías, tristezas, malos humores, enfermedades, violencias, diversión, reposo, amor, todo.
Hay edificios que albergan a varias generaciones, varias familias, varias empresas. Todo lo que transcurrió impregnó el campo cuántico de ese sitio. Y cuando pasa el tiempo, el edificio se abandona, es usado con otros fines, a veces se transforma en antiguo, recupera otro valor y ahí es donde se lo venera y se lo visita. De cualquier modo, disfruta las creaciones artísticas del hombre desde lo artístico pero no dejes de notar en ti mismo la cultura que veneras a través de las construcciones que alojaron esa actividad. Asesinatos, sacrificios, dominación, mucha dominación, el sello del hombre, el mal del hombre terrestre. Cuidate, cuida tu campo cuántico dejando de alabar una grandeza ficticia, la grandeza del que tiene un poder descomunal sober los demás y, haciendo abuso de ese poder, impregnó la cultura de esa característica. Someter, esclavizar ha sido el vicio preferido porque quiebra a la persona, dejándole un falso sentido de superioridad y poder que ahoga sus miedos e inseguridades. Mantente alejado de todo aquello que represente sometimiento, esclavitud, dominación, ya que te impide ejercier tu natural derecho, tu más esencial derecho a ser, a vivir en libertad. No necesitas los museos, no creas que fueron mejores otros tiempos, ni creas que algún objeto, un edificio, es más importante. Obsérvalos y disfruta el arte, porque en esas creaciones el humano ejerció una expresión artística que es en realidad un toque divino. Es Dios expresándose en el arte. Eso sí se debe respetar y gozar profundamente. Es un regalo del Cielo. Puedes ir a ver lo que desees, siempre que conserves tu neutralidad, que sepas discernir y no confundas la reverencia con el respeto y admiración.
Por eso es hora de que el humano comience a realizar sus edificios en armonía con la naturaleza, en comunión con el entorno. Como dijimos, abierta al verde, abierta al cielo y además realizada con elementos de la naturaleza, que requieran menos transformación. Tierra, piedras y metales son lo preferido y recomendado.
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